Casa Victoria y Zoilo
TrinidadCUP 11,124.00/month
Apenas conocen de la llegada de un huésped y ya todo está listo. Victoria, de 71 años, arregla cada pintura cubana, trinitaria, como solo ella sabe hacerlo. Sus años de experiencia en el trabajo en galerías de arte en Trinidad le abalan conocimientos, buen gusto y sabiduría. Zoilo, de 73 años, ha compartido su vida con Victoria y sabe cómo le gustan los arreglos florales al interior de la casa y las plantas dispuestas de tal modo que enriquezcan lo acogedor del hogar. Pero esta vez no solo se encarga de la bienvenida al cliente este matrimonio sino también el fruto del amor entre ambos, su hija Diana. Juntos, los tres, esperan con ansias mostrar al turista una historia de amor de décadas, la belleza del arte trinitario y servicios que siempre serán de su agrado. Decía el apóstol cubano, José Martí, “no hay mejor palacio que la casa de familia”. Y cuánta razón tenía en decirlo. El hostal Victoria y Zoilo es una casa de familia. Quizás no sorprenda al visitante pues, desde el exterior, no parece amplio. Se hibrida entre otras casas y solo la placa de presentación atrae la mirada del caminante. Al tocar la puerta comienza el descubrimiento. Muebles y pinturas abren paso al cliente. De un lado la imagen del Che guerrillero sobresale con una explosión de colores primarios desde la pared del fondo. Del otro, Victoria hace gala de los regalos entregados a ella por artistas trinitarios y cienfuegueros reconocidos por sus exposiciones en New York. Las artes plásticas de Ariel Broche y Emilio López se unen al ajiaco afrocubano que se cultiva en este hogar. Dos habitaciones se disponen a los clientes. Si te animas a visitar Cuba con tus niños, una cama pequeña está dispuesta en cada cuarto para acoger el sueño de tus hijos. Cerca de ella, estará la cama matrimonial para los adultos. A un lado de ambas habitaciones encontrarás los baños, al otro, las cortinas permitirán levemente llegar la luz del sol para advertir el comienzo del nuevo día. En la terraza interior podrás consumir tu desayuno, almuerzo o comida mientras observas la preparación de los platos de la mano y el buen gusto culinario de Diana. Ella lleva varios años preparando deliciosas comidas criollas en restaurantes de toda la ciudad. Compartir en familia es una opción que no debes perder. Es este hogar el palacio que Victoria, Zoilo y Diana desean brindarte. Un jugo tropical, refrescante, puede ser la mejor opción para saciar la sed y mitigar el cansancio luego de un largo viaje. Si lo deseas Diana lo preparará para ti en segundos. De lo contrario puedes iniciar tu experiencia en Trinidad bebiendo un café o tinto típico de sus montañas. El olor a café criollo, como decimos en Cuba, se expandirá rápidamente por todo el vecindario. Luego puedes solicitar almuerzo, cena o desayuno. Tu gusto será complacido por los anfitriones del hogar. Tanto Victoria, como Zoilo tienen experiencias en servir al cliente y cuando hablamos de su hija Diana, ella es la mejor para preparar una buena comida cubana. Si deseas visitar, conocer Trinidad solo debes pedirlo. En la puerta del hogar encontrarás el medio de transporte necesario. Si tu interés es aprender a bailar como lo hacemos los cubanos, de inmediato los anfitriones tendrán para ti un profesor de baile y no hay que preocuparse por el lavado de la ropa sucia pues solo debes solicitar el servicio y serás atendido. Al conocer a Victoria solo puedes tener a alguien en mente. Parece una abuela de esas que miman sin cesar a sus nietos, o mejor, no parece, lo es. Las arrugas de sus manos casi ocultas entre lo oscuro de su tez, advierten experiencia en el manejo y cuidado del hogar. Zoilo, por su parte, se empeña en conversar con el visitante. Contarle sus historias como electricista y de cómo conoció a la mulata más linda de Trinidad, esa que hoy es su mujer. Diana es más jovial. Ella dedica todos sus minutos a complacer a los clientes a la vez que respeta su privacidad. Los anfitriones eligen llamar a los turistas, amigos y como tal ofrecen lo mejor de su hogar. Tal vez este vecindario no sea como otros donde las piedras coloniales reciben tus pasos. Pero es, sin dudas, un lugar acogedor. Alejado del bullicio y ajetreo popular te ofrece el confort familiar, íntimo, que necesitas para relajarte en tus vacaciones. Para conocer Trinidad, ciudad Patrimonio de la Humanidad, puedes elegir el transporte que prefieras. Si deseas caminar, la casa Victoria y Zoilo está a escasos metros de una de las plazas coloniales de la ciudad. Pero, si deseas vivir otras experiencias, encontrarás con solo abrir la puerta bicicletas, calesas y taxis a tu servicio. Si tu espíritu aventurero insiste en conocer los alrededores de la Ciudad Museo de Cuba y su Valle de los Ingenios, te invito a que optes por las montas. Una experiencia maravillosa a la cual Victoria y Zoilo te acercan.
Se permiten niños, podemos gestionarles una niñera en caso de que quiera o necesite salir y dejar los niños en casa. Se permiten fumadores, pero no se permite que fumen dentro de la habitación. Se permiten gays y lesbianas. No se permite la entrada de personas ajenas a la reserva sin la autorización de los propietarios del hospedaje.
- Laundry
- Shopping Centre
- Park
Max people: 3
Facilities:
- Accessible
- Ac
- Nightstand
- Mirror
- Hairdryer
Beds:
- Double
- Single
Price: CUP 11,124.00/month
Single price: CUP 1,112,400.00/month
Las camas son una matrimonial y una pequeña para un niño.
Max people: 2
Facilities:
- Ac
- Mirror
- Hairdryer
Beds:
- Double
- Single